Reguladores de todo el mundo están preocupados por el impacto de los neonicotinoides en la salud de las abejas, aunque sus respuestas han sido variadas. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE. UU., el Departamento de Agricultura de EE. UU. y agencias en Canadá y Australia, todos indican que los neonicotinoides como tratamiento de semillas no son una amenaza significativa para la salud de las abejas. Sin embargo, tanto el gobierno de EE. UU. como el de Canadá tienen una "Guía de Evaluación de Riesgos de Plaguicidas para las Abejas" y la EPA ordenó que se incluya una casilla de advertencia sobre abejas en las etiquetas para resaltar su protección de polinizadores reforzada.
En la UE se han impuesto restricciones para el uso de tres neonicotinoides; imidacloprid, clotianidina y tiametoxam, según se detalla a continuación:
- Está prohibido su uso en cultivos que atraen a las abejas (incluso maíz, colza y girasol), con la excepción de usos:
- en invernaderos
- de tratamiento de algunos cultivos después de la floración
- de cereales de invierno
- Los que los utilicen están obligados a proporcionar "información confirmatoria" para validar que la seguridad de los usos siga estando permitida.
De los dos neonicotinoides actualmente aprobados en la UE, el acetamiprid se evaluó como de bajo riesgo y el tiacloprid ya es candidato para sustitución por sus propiedades de alteración endocrina.
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